
Rosa ingreso a estudiar un día soleado de verano, se había mudado cerca del colegio y contra su voluntad.
Era imposible no conocer a Rosa, el colegio era cómplice de su belleza despertando la curiosidad por la chica nueva.
Rosa tenia un carácter reservado (como cualquier chica nueva en el colegio) se sentaba muy cerca de la pizarra.
Los chicos más populares ya comentaban su llegada, maquinando planes de conquista, de cómo ganarse su cariño y parloteando sobre lo hermosa que era.
Pasaron los meses y Rosa decepcionaba a los cuervos de mis amigos que estaban al asecho de algún descuido para enamorarla y ganar el trofeo de su compañía, algunos se acercaban sin vergüenza y otros claudicaban en el intento.
Rosa consiguió una amiga, Vanesa, luego se hicieron inseparables, Vanesa era la típica chica amiga de la bonita, poco atractiva pero con mucha inteligencia y suspicacia.
En menos de lo que canta un gallo Rosa llamó mi atención, era un regalo de los Dioses. Al mirarla, tan solo al mirarla temblaba de la emoción al ver a tan perfecta humana, a tan inalcanzable ángel palpable. Disfrutaba con cada paso que daba , era todo un evento al verla llegar , los chicos se ponían en los balcones a las 7:40 ( a la hora que ella llegaba antes de la formación) y esperaban su entrada cuando de pronto ella ingresaba , que placer al ver su cabello amarrado sin soltar ni darle ni un solo sajiro a un solo cabello, su rostro delicado , su uniforme impecable , su caminar sin prisa mostraba dotes de finura, todo una lady , una caricia para mis ojos .
El tiempo paso y ya éramos amigos, a pesar de su poca virtud social se juntaba con los (las) menos importantes en el salón (me incluyo), conversábamos mucho Vanesa, Rosa y yo, nos volvimos un grupo con mucha facilidad. A Rosa poco prestaba atención a mi falta de atractivo, no era ni popular, ni entrador, ni inteligente, ni gordo.
La conocía cada vez mas, la verdad de su llegada era porque sus papas se habían separado por la infidelidad de su padre (deseo no llamarlo así), lo económico ya no alcanzaba para los lujos a los cuales ella estaba acostumbrada a tener, no auto, no ropa, no lap top, no dinero extra, todo una vida se quedo en Surco.
Un día decidió mostrarse al mundo como era realmente top brillante, pantalón ajustado que denotaba su figura que en ocasiones era opacada por el uniforme suelto , piercing en el ombligo ( nunca antes notados por nadie en el colegio ) y cabello revoloteado , una combinación mortífera para aquel que la viera pasar.
Mis amigos habían organizado una reunión lleno de alcohol, humo, desbande y un venenoso
juego que significaría mi desfallecer… la botella borracha.
Rosa me prometió no ir y yo confiaba en ella, paseábamos con Vanesa y yo sentía su curiosidad por ir a la reunión, me traicionó y decidí acompañarla al menos para, según yo .protegerla de los tigres de mis amigos .Fue un momento horrible, todos alrededor de la cama de Julio en un solo cuarto, éramos 10 entre chicos y chicas pasándose el vaso lleno de
adrenalina, microbios, diversion y desenfreno. Vaso que yo tomaba viendo a mi princesa mostrarse al mundo.
El juego comenzó y Rosa muy temerosa decidió jugar, yo ingería mas alcohol queriendo adormecer mis sentidos para evitar sentir el dolor inmenso de la muerte de mi corazón.

Como era obvio todos confabularon para que Rosa besara a los mas populares (los mas atorrantes) , el primer beso fue poco mas doloroso que una bala en mi cuerpo , todos aplaudían el pecado, el alcohol había llegado a Rosa que iba por el segundo beso , ese beso , ese mato mi alma. Era muy intenso y eterno, mis amigos disfrutaban la escena tan llena de morbo, yo como un fantasma quería desaparecer (no jugaba a la botella era solo un observador). No aguante más y me fui de la casa de Julio evitando el veneno que me mataba con cada recuerdo de ese beso.
Caminaba ya sin rumbo, había muerto mi corazón, el alcohol solo empeoro todo, lloraba sin parar, mi pecho se exaltaba, no veía nada por las lagrimas, solo caminaba en línea recta, para mi suerte mi casa estaba muy cerca.
Las ganas de comer se me fueron y mi cuarto consoló la defunción de un moribundo amorío , vivía su traición y desengaño como si estuviera con ella, la pena se inundaba, mojaba mi almohada mientras ella gozaba de su popularidad .
Los días siguientes decidí hecharla al olvido, había perdido mi amistad (mucho no le importaba) , pero al mismo tiempo no podía revelar mis sentimientos por ella.
Esas semanas adopte una postura indiferente y me aparté de ella.

La noticia del desenfreno de Rosa ya se comentaba, haciéndose cada vez más conocida e
interesante para los pretendientes a los cuales ella solo reía y desestimaba.
Un viernes yo regresaba a casa cuando escucho su voz angelical que llamaba a mi nombre:
Cesar puedo hablar contigo? - Conozco esa pregunta es cuando anuncian un tema incomodo, un tema del cual no quieres hablar pero te obligan porque hay un Sí de por medio o porque simplemente te da curiosidad por saber la pregunta.
Dime Rosa, respondí- Tragándome un nudo en la garganta a la espera de un dardo. Ella sin más demoras preguntó…
Te gusto?- Como explicarle que nunca fue mía , que me había roto el corazón, que denigré mi honor, como explicar mi depresión, como decirle que extraño su cariño nunca dado, que la esperanza del amor se esfumó, que necesitaba de su vida, que nunca la sigo queriendo.
Agaché la cabeza y dije…
No nada que ver - Era la mas grande mentira que me dicho en mi exaltada existencia, era como el beso de Judas a Jesús, como Pizarro y Atahualpa o como la masculinidad de Ricky Martin ( living la vida loca )
Ok , porque la gente habla tu sabes entonces ¿amigos entonces ? – preguntó Rosa. Era la asesina de mis sentidos, es como darle la mano a tu verdugo, como tomar la cicuta de Sócrates.
Yo respondí con una sonrisa hipócrita… amigos.
El karma que tengo esta noche es que nunca supe si de verdad me quería. Habíamos tenido muchas salidas juntos y la pasábamos a bien, de ser libres, de burlarnos del mundo adverso, de romper reglas y coquetear al peligro.
Después de algún tiempo lo entendí. Rosa con toques de sinceridad me había confesado que odiaba a los hombres, la infidelidad de su seudo padre la llevó a una venganza contra su género, inyectando su veneno en cada hombre que se le cruzara.
Era la confesión de un reo en la cárcel del sufrimiento, no dejaba que el amor toque su vida solamente hacia daño, jugaba con los chicos que osaban intentar tener algo con ella engatusándolos, seduciéndolos y luego generar cariño hacia ella para luego dejarlos.
Comprendí que solo quería una persona sincera que le de un abrazo , que la escuchara , que la mirara a los ojos , que no la trate como la chica bonita que la trate como Rosa , la persona que tiene mucho que dar y no la que parece ser .

La noche de su confesión hablamos largo y tendido, ella se sentó algo alejada de mi .Ella no pudo más y comenzó a soltar algunas lagrimas, ambos lloramos de los pesares de la vida. Luego me acerqué con gran cautela y temeroso le di un abrazo. Ella en medio de acera correspondió a mi gesto ( ya estaba desprovistote amor) fue un abrazo muy fuerte, esos que transmiten paz, tranquilidad, soporte. Ella me dijo al oído cuando mi brazo pasaba por su cuello…. Era el abrazo que siempre busqué. No era ningún verdugo ni asesina de sentimientos era Afrodita con problemas de amor.